Vaqueros y Águilas se enfrentan hoy en un duelo por la supremacía de la División Este en la Conferencia Nacional. La rivalidad entre estas dos escuadras es añeja y, sin embargo, el partido con el que cerrará la jornada dominical se presenta en circunstancias muy diferentes a las que se habrían podido prever hace unos cuantos meses.
Dallas arrancó la pretemporada con la esperanza de ver de
regreso a Tony Romo tras una campaña perdida en el 2015, pero una lesión ante Seattle obligó a acelerar el proceso de Dak Prescott. Filadelfia apostó por Carson Wentz en el Draft, pero tenía previsto que Sam Bradford fuera el titular, hasta que los Vikingos pusieron sobre la mesa una oferta imposible de rechazar que cambió los planes de Doug Pederson.
Es así que, gracias a que éstos dos mariscales de campo novatos han superado las expectativas, tanto Vaqueros como Águilas parecen tener los ingredientes no para pelear por el título divisional, sino para aspirar a llegar lejos en la postemporada.
Dallas tiene una línea ofensiva de élite y eso ha sido aprovechado a la perfección por Ezekiel Elliott, un corredor que es el candidato más firme a ser el Novato Ofensivo del Año. Dak Prescott ha perdido precisión en sus envíos y cometió algunos errores que pudieron costar caro ante Green Bay, pero sigue ganando partidos y parece tener el apoyo generalizado para mantenerse como titular cuando Tony Romo deje la lista de lesionados. Con una defensa que ha jugado por encima de su nivel esperado, el equipo de la estrella solitaria tiene argumentos de sobra para hacer valer su condición de local y ligar su sexto triunfo al hilo.
Sin embargo, Filadelfia ha dado muestras de ser un equipo muy peligroso. Y es que así como perdieron ante Detroit y Washington, vencieron de forma contundente y le quitaron el invicto a pesos completos como Pittsburgh y Minnesota. La defensa es muy completa, ya que presiona constantemente al mariscal de campo rival, roba muchos balones y admite pocos puntos, lo que facilita la labor de Carson Wentz para ganar partidos.
Si Dallas hace buenos los pronósticos y sale con la mano en alto, la ruta hacia el título divisional se facilitaría notablemente para la escuadra de Jason Garrett. Pero si Filadelfia echa a perder la fiesta en la casa de Jerry Jones, cualquiera de los cuatro integrantes de este sector podría aspirar a terminar al frente de la división más competitiva de la NFL.
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