Ricardo La Volpe necesitó cinco minutos como técnico del América para tener una sonrisa en el rostro.

Y es que para ese lapso del partido su equipo ya le ganaba 2-0 a Pumas, ventaja que no dudó en celebrar.

Fue para el segundo tanto, el de William da Silva, que el "Bigotón" se permitió hacer un ademán de festejo, el cual incluyó un grito y aplausos en su zona técnica.

Para el primer tanto, el de Pablo Aguilar, se mantuvo más sereno, como pensando que era muy pronto para permitirse festejar.

Eso o la fuerte lluvia que cayó al inicio del encuentro lo tuvo algo apagado, de hecho, el clima obligó al timonel a salir a la cancha con una chamarra del equipo.

Sin embargo, no fue suficiente para cubrirlo del aguacero, el cual no paró hasta el medio tiempo.

Con el paso del partido el técnico se metió en el encuentro y comenzó con las llamadas de atención a sus jugadores como las pláticas en corto al lado de la línea de banda.

El descuento de Matías Britos en el cierre del primer tiempo no le arrancó una cara de enojo, angustia o nerviosismo; este último se lo guardó para el final.

Ya para la recta definitiva, Pumas apretó al América y eso hizo que La Volpe estuviera más movido, con más gritos e indicaciones.

Una vez llegado el final del juego el entrenador volteó hacia Francisco Palencia y le hizo una seña con el pulgar levantado.

El "Bigotón" tiene la cábala de no saludar al entrenador rival, pero con quien sí habló por instantes en el campo fue Darío Verón.

Ese momento bastó para que Palencia lo alcanzara en la cancha y ya ahí intercambiaron algunas palabras.

Luego, La Volpe entró al túnel sabiendo que su segunda etapa en el América arrancó con el pie derecho.