La noche de ensueño de "La Chofis" provocó una pesadilla para el Monterrey.

El doblete del novato Javier López con el que las Chivas se impusieron 3-1, no sólo le quitó el invicto en Liga en casa a los Rayados, también propinó un golpe para el equipo de Antonio Mohamed que, a pesar de mantenerse como líder general, ha dado avisos que ponen en duda si podrá sostener en las siguientes jornadas el ritmo que tuvieron en la primera mitad del torneo.

"Nada es fácil en la vida, hoy es un gran día", escribió ayer por la mañana Javier Eduardo López en su cuenta de Twitter, como una premonición de lo que iba a suceder en el Estadio BBVA Bancomer.

El volante de 21 años de edad fue la figura del Guadalajara, con sólo 15 partidos jugados en Primera División, dos más de los que tenía invicto el Monterrey en su nueva casa, donde había ganado sus ocho juegos más recientes. También se cortó de tajo la racha de juegos consecutivos sin perder como local, que quedó en 21 y venía desde el Tec.

Lo que fue un gran día para López, fue una noche aciaga para Rayados.

El Monterrey se enfrascó en un partido muy físico, donde no hubo tregua. El Guadalajara vino a jugarle sin complejos al líder general y logró que en la cancha no se notara la diferencia que existe entre ellos en la tabla general, en la que el visitante marchaba en el lugar 14.

Las Chivas inauguraron el marcador a los 13 minutos. Carlos Peña marcó el 1-0 con un potente remate con la cabeza a pase de Isaac Brizuela, quien venció por su banda el dos contra uno que le propusieron Efraín Juárez y Carlos Sánchez.

El técnico del Rebaño, Matías Almeyda, mandó a la banca a Omar Bravo, pero entre el "Gullit" y Ángel Zaldívar ocuparon bien el área y fueron una amenaza constante para la zaga albiazul.

Al igual que la jornada anterior, el Monterrey debía remar contra la corriente. Esta vez no tuvieron los espacios que el Morelia les regaló, pero pusieron el balón a ras de pasto y empezaron a construir sus ataques.

Dorlan Pabon lanzó la primera advertencia con un disparo de media distancia. Rogelio Funes Mori volvió de la suspensión, pero sin tino. Primero Orbelín Pineda le tapó un disparo casi en la línea de gol y luego falló una clara tras un contragolpe.

Si la contundencia lo había rescatado hace una semana, esta vez sus fallas lo condenaron. En todo el partido, el Monterrey disparó 13 veces, pero sólo cuatro fueron con destino de gol.

Uno de ésos fue suficiente para alcanzar el empate justo antes del descanso. A los 46', Hiram Mier marcó el 1-1 al rematar con la parte externa del pie derecho un pase de Sánchez.

Parecía ser el golpe que los Rayados necesitaban para quitarse la ansiedad que era evidente en sus jugadores. No tuvo tal impacto.

En cuestión de 15 minutos, el Guadalajara sentenció el partido con los goles de López, quien entró a los 52' y para los 60' ya había hecho su primer doblete en Primera División.

López tenía sólo tres minutos en el campo, cuando intentó una pared con Zaldívar, pero fue Edgar Castillo el que se la "regresó", con eso quedó de frente a la portería para disparar desde fuera del área y poner el 2-1.

Luego, a los 60', ahora sí completó una pared con Zaldívar y marcó el 3-1.

Fueron las Chivas el primer equipo visitante en ganar en el viejo Estadio Tecnológico en 1956, 60 años después la historia se repitió en el moderno BBVA Bancomer para apagar la fiesta y dejar pendiente el pase a la Liguilla.