El pesimismo al enfrentar al Barcelona no es exclusivo de Arsene Wenger y Laurent Koscielny.

Quizá fue que el técnico y el defensa del Arsenal sólo le dieran a su club un cinco por ciento de posibilidades, lo que mató la esperanza de sus aficionados.

No sólo de Londres han llegado seguidores de los Gunners al Camp Nou. Aeri pagó 300 dólares, entre el boleto de avión desde Alemania y el ticket de entrada, con todo y que coincide con sus amigos blaugranas en que el club inglés no remontará el 2-0 de la ida.

"También creo que va a ganar el Barcelona, pero apoyaré al Arsenal, no me importa", expresó orgulloso, sin hacer caso de las burlas de su par de amigos enamorados del futbol de Ronaldinho y ahora del de Lionel Messi.

La lluvia que comenzó a caer dos horas antes del inicio del duelo (programado para las 20:45 horas locales) luce como otro enemigo de los londinenses.

Los aficionados tampoco han calentado el duelo, ni siquiera los del Arsenal que amagaron con hacerlo al arribar a la Plaza Cataluña con algunos cánticos, pero estaban tan dispersos entre sí que intimidaban muy poco.

No ha parado de llover en Barcelona, que así recibe a un Arsenal herido por el fracaso en la FA Cup y por ver cada vez más lejana la posibilidad de contender por el título de la Liga Premier y ahora, muy probablemente, el de la Champions.