Uno de los sujetos que maneja la venta ilegal de cerveza en el estacionamiento del Estadio Olímpico Universitario -los días que juega Pumas- convivió ayer con los integrantes del equipo.

Cobijado por Salvador Reyes "El Nariz", líder de La Rebel, el comerciante informal tuvo la facilidad para ingresar a Cancha 2, tomarse fotografías con los jugadores felinos y presumir sus tatuajes referentes al club.

El acceso tuvo el mínimo de inconvenientes, el grupo de cinco integrantes arribó al estadio alrededor de las 11:15 horas y caminó hasta el campo de entrenamiento, donde Reyes se acercó a la reja para hablar con el vigilante.

Al no poder acceder por la puerta principal, los barristas rodearon el conjunto de campos hasta la calle Mario de la Cueva para ingresar por la parte de atrás de Cancha 2, cuando ya eran las 11:50 aproximadamente.

A esa hora, el equipo terminó su entrenamiento y de inmediato "El Nariz" y su séquito se metieron al campo para convivir con los futbolistas, sin que un miembro del staff del club o vigilancia de la UNAM se los impidiera.

Al mismo tiempo, alrededor de 80 aficionados felinos esperaban afuera de Cancha 2 para obtener un autógrafo; quienes se intentaban colar eran detenidos por los vigilantes.

Dentro, Reyes y sus colegas se valieron de las facilidades para tomarse una imagen con el plantel, una de ellas realizada por Leandro Augusto, auxiliar de Guillermo Vázquez, quien ya había abandonado la zona para entonces.

Aprovechando el momento, el sujeto que vende la cerveza en CU se quitó la playera para mostrar sus tatuajes, acción que imitó otro de los acompañantes de "El Nariz".

El comerciante ilegal tiene impreso en el abdomen el escudo del equipo (sin terminar), en el pecho siete estrellas (los títulos del club) y en la espalda un "4" (sin detallar) en honor a Darío Verón, capitán que cuando vio el detalle no pudo evitar una sonrisa.

Después de varios minutos de plática con los barristas, los jugadores salieron de Cancha 2 y poco después Reyes y sus colegas salieron por la puerta principal con el objetivo cumplido y sin tener que esperar en una fila para conseguirlo.

Dicen en Pumas no conocerlo

El comerciante que ayer convivió con los jugadores de Pumas no es conocido por la directiva del club.

Una fuente de la institución afirmó a CANCHA, tras publicar a la persona vendiendo el producto en septiembre pasado, que no podían identificarla como el miembro de una barra, por lo cual no se le podía sancionar.

En aquel entonces la fuente también aseguró que el equipo no puede atacar la venta ilegal de cerveza y dijo que esto es competencia de la UNAM o la Delegación Coyoacán.

A sus anchas en CU

La venta ilegal de cerveza en el Olímpico Universitario durante el Apertura 2015 fue tan normal como las victorias de Pumas en casa.

Como lo pudo constatar CANCHA, los comerciantes informales aprovecharon la falta de seguridad para obtener ganancias del alcohol, uno de ellos el tipo que convivió ayer con jugadores.

El primer avistamiento que se tuvo de esta persona, identificada por sus tatuajes referentes al Club Universidad, fue durante la Jornada 10 -el 27 de septiembre-, en el encuentro ante Tigres.

El estacionamiento 1 era la zona de comercio, donde el sujeto en cuestión abordaba a los compradores, a quienes llevaba a una camioneta gris que tenía en la cajuela una tina repleta de hielos y caguamas, donde se daba la compra venta.

El costo inicial de la cerveza era de 70 pesos, pero cuando ésta comenzaba a escasear los vendedores aprovechan para subirlo.

Esta situación se dio en la Jornada 12 -4 de octubre-, donde una caguama se llegó a subastar en 100 pesos; para esa ocasión, y por la alta demanda, el negocio tuvo como sucursales un Clío gris y un Stratus verde; una vez más se vio al hombre tatuado manejando el negocio.

Esta no es la primera vez que se sabe de la venta ilegal de cerveza en el Olímpico Universitario, pues en mayo de 2011 La Rebel montó un "negocio" a plena vista.

Al enterarse, el presidente de Pumas, Víctor Mahbub, prometió acabar con el problema y ya no se vieron a los vendedores, aunque lo más probable es que sólo se hicieran más cautos.