Si de día no existió impedimento, de noche el estacionamiento 1 se volvió la matriz de las "cantinas" en Ciudad Universitaria.

Lo que se realizó de forma velada en los partidos de Pumas como local a lo largo de la campaña, se desató sin cuidado alguno para despedir el torneo: la venta y el consumo de cervezas antes del juego.

Si en otros partidos los grupos de bebedores eran de 30 o 40 personas, ahora fueron cientos de aficionados pumas los que alrededor de los vehículos armaron la fiesta todavía sin tener un gol a favor.

Las cervezas que semanas anteriores se vendieron en 30 o 40 pesos, ahora alcanzaron un costo de 50, 60 y hasta 70 pesos, lo que no fue obstáculo para que el consumo fuera al por mayor.

Mujeres con playera del cuadro universitario y caguama en mano, jóvenes con el torso descubierto a pesar del viento que comenzó a sentirse en el lugar se "calentaron" con cerveza en lata, mientras otros intentaban cambiar sus boletos para tener de otras zonas de la tribuna.

Y no pudo faltar la foto del recuerdo, sin dejar la bebida, y de fondo el estadio.

"Te cambio dos de abajo por una platea", preguntó un aficionado puma a un revendedor, sin gran éxito.

Un pedazo en la Máxima Casa de Estudios que alcanzó sus mayores tintes de bar en el marco de la Final.