Hubo un click en la vida de Carlos Sánchez, el volante uruguayo que ayer aceptó la oferta que le hicieron los Rayados para dejar al River Plate.

Cuando regresó de su experiencia en Puebla, corta experiencia, el entrenador Marcelo Gallardo lo sentó y le mostró un video para remarcarle lo que no tenía que hacer en el campo de juego. Y él miró atentó, ¿y qué pensó?

"Que volví al trote, que lo hacía sin intensidad. Yo me reía, la verdad es que tenía razón. Me lo dijeron de entrada, que querían sacarme ese ritmo de México", contaba él.

Y el destino quiso que ayer, a fuerza de la oferta de 3 millones de dólares por tres años de contrato, con la ventaja para Rayados de no tener que pagar pase, el uruguayo regrese al futbol mexicano en 2016.

Pero claro que vuelve a lo grande, totalmente distinto de cuando Ramón Díaz decidió liberarlo y fue a buscar continuidad al Puebla, donde jugaba como delantero.

"Llegué a jugar varias veces de 9 y me cruzaba con argentinos, como Viatri, y me decían en pleno partido qué hacía jugando ahí, si yo era volante".

Igual, esa experiencia en México lo marcó porque, según cuenta la nueva figura, "en vez de correr en las entradas en calor, hacíamos centro y definición con pelota, y eso me sumó bastante".

Es que hoy Sánchez es el mejor mediocampista del futbol argentino y, más tarde de lo habitual, le llegó su estrellato y la convocatoria a la Selección, en la que está en Eliminatorias.

Sánchez es un mediocampista al que Gallardo lo tiene como un especialista en atacar los espacios (por cómo encara al rival), que llega al área y convierte seguido.

Es el líder del River campeón de Liga, Copa Sudamericana y Copa Libertadores, habiendo convertido en partidos clave para la historia del club: Octavos de Libertadores contra Boca de penal, como a Tigres en la primera fase de esa misma Copa y en la Final. También tres en la Recopa con San Lorenzo.

Es un jugador con un despliegue físico impresionante y con otro plus: personalidad. Apareció en los momentos más difíciles de River, tiene templanza y no le pesan las situaciones, como lo mostró en la Copa en la que fue campeón.

De familia numerosa, con nueve hermanos, su papá lo dejó de chico y "eso nunca se lo voy a perdonar". Es familiero, suele expresarse en Twitter y mostrar a sus tres hijos, que son pequeños clones.

De chico, celebraba los goles como el "Matador Salas". Es Carlos Sánchez, de 30 años, el que pasó sin pena ni gloria por Puebla, donde marcó 6 goles en 27 partidos, entre el Apertura 2013 y el Clausura 2014.

River sufre hoy su partida y su presidente mostró su enojo. Es el que partirá a los Rayados como la gran estrella del futbol argentino.