Andrés Guardado, Guillermo Ochoa y Carlos Vela están casi a tope físicamente, a juzgar por el sprint que se aventaron.

Todo para driblar a los alrededor de 50 aficionados que acudieron al hotel de concentración a cazar un autógrafo o una fotografía, tras conocer que los seleccionados recibieron la tarde libre.

Y de verdad parecía una cacería.

Los futbolistas caminaban por el Washington Boulevard hacia el acceso principal del hotel Westin, en donde ya los esperaban dos guardias y una valla de contención para los aficionados, cuando dieron la vuelta al ser descubiertos por los seguidores.

Se metieron por un pasillo que conduce al Mall. Atravesaron las vías aprovechando que no pasó el Light-Riel. Corrieron en la calle paralela al Boulevard y entraron por un acceso lateral del hotel, o al menos eso quisieron porque como agarraron en fuera de lugar al personal de seguridad, tuvieron que esperar a que les abrieran las puertas.

Eso le permitió a algunos aficionados conseguir fotos y firmas de Memo y autógrafos por parte de Vela.

"Ahí viene el 'Chícharo'", soltó uno de los asistentes. Y comenzó la misma corredera. Pero el supuesto "Chícharo" se escabulló. Hubo alguien que dijo verlo escondido en el estacionamiento del Mall. Todo eran especulaciones, hasta que Miguel Layún apareció corriendo por el Boulevard y toda la gente fue a cazarlo.

Y mientras, atrás, el verdadero "Chicharito" apareció a toda velocidad, con un tremendo sprint, librando a todos aquellos que lo tenían en la mira.

La hora de la cena, 20:00 horas, se acercaba, por lo que mientras Layún intentaba entrar al hotel, Oribe Peralta y Oswaldo Alanís agradecieron que otro fuera la carnada.

Moisés Muñoz fue de los últimos en llegar. Por eso cruzó la avenida y al toparse con una barrera humana, atendió un par de peticiones... ¡y a correr!

Y consciente de la situación, el personal de seguridad de la Selección Mexicana le pidió a todos los niños que se formaran tras una valla y prometió sacar a dos jugadores para darles autógrafos.

"Y luego nosotros, ¿no?", pidió un adulto. "Mejor ponte a trabajar", le respondió.