Hugo Enrique Esquivel y Sergio "Álvin" Pérez se reunieron en el terreno donde estuvo el Estadio Tecnológico. FOTO: Alberto Hernández Héroes que evitaron el descenso "Alvin" Pérez y Hugo Enrique Esquivel salvaron la permanencia de Rayados en Primera en distintas ocasiones.

Una larga loma de tierra con hierba parece haber sepultado tardes heroicas y noches de gloria que se vivieron en esa cancha

Sin embargo quedan vestigios, como un maltratado óvalo de tartán, que antes era pista de atletismo, y un eterno testigo fiel que luce esplendoroso como siempre, el Cerro de la Silla, que ubican a cualquiera del lugar que ahí fue.

Por una rampa, en la que la hierba crece través de grietas, bajan dos hombres que son héroes de la historia de los Rayados, Hugo Enrique Esquivel y Sergio el "Alvin" Pérez.

Ambos tienen muchas cosas en común, pero la principal es que los dos anotaron un gol que en dos épocas distintas salvaron la categoría de un club que ahora vive sus mejores momentos.

Hoy hace 20 años, tanto Esquivel como Pérez estuvieron en el terreno donde estuvo el Estadio Tecnológico, sufriendo y luego gozando el triunfo de la "Batalla del 9 de Mayo".

El "Alvin" siendo el autor del gol con el que Rayados empató 1-1 ante el Puebla y que salvó la categoría para dar pie luego a la etapa más exitosa de La Pandilla, y Esquivel como uno más de los 33 mil que abarrotaron esa tarde el Tec.

En ese mismo escenario, pero el 7 de mayo de 1983, Esquivel salvó a los Rayados al cobrar un penal, que nadie quería ejecutar, y que les dio un agónico empate de 1-1 ante el Zacatepec Sus goles no dieron títulos como los de un Humberto Suazo, pero son igual de valiosos. Así lo recuerdan en encuentro con CANCHA, en el lugar en donde ahora el ITESM tiene proyectado un Parque Central del Distrito Tec.

"Desde niño siempre he sido Rayado, ¡imagínate todo lo que significó para mí hacer ese gol", dice el ex delantero, hoy de 40 años de edad, "fue lo mejor que me ha pasado en mi vida".

Esquivel aún recuerda su gol salvador, pero también el de Pérez, que gozó desde la tribuna de Numerado, dejando descuidado su negocio de tortas de chorizo uruguayo, lo que enojó a su esposa.

"Mi hijo se sentó al lado mío, mi hija también y no nos movimos de ahí porque no queríamos perder un segundo de lo que estaba pasando", recuerda el ex zaguero.

"Cuando veo que el 'Abuelo' ataca, me levanté, cosa rara hacerlo antes de, y ya cuando vi correr al 'Alvin' creo que un segundo antes canté el gol, y no sólo grité gol; nos emocionamos muchos, y a gritar como locos".

Después de aquel 9 de mayo, ya salvados, en Rayados comenzó una reestructuración administrativa que guió con los años a la época dorada del club.

"El gol en su momento significó la permanencia en Primera División, quién sabe qué hubiera pasado (si descendían), pero gracias a Dios todo se recompuso para el club y ahorita es lo que es", expresa orgulloso Pérez.