Nick Foles atendió este miércoles a los medios de comunicación. FOTO: AP

Nick Foles está en una situación muy extraña.

El Jugador Más Valioso del Súper Tazón LII busca encaminar a su equipo al segundo campeonato seguido, sabiendo que muy probablemente jugará en otro lugar la próxima temporada.

Nada de lo que ha hecho para las Águilas es ordinario.

"No me preocupa el futuro, pero entiendo la posición en la que estoy y cada vez que me pongo este jersey es especial. Nos queda una semana más juntos, por lo menos", afirmó Foles.

Filadelfia visita el domingo a Nueva Orleans en la Ronda Divisional, gracias a otra heroica actuación de Foles.

En 2017, el quarterback reemplazó a Carson Wentz, quien sufrió una lesión en su rodilla y lideró a las Águilas a su primer título de la NFL desde 1960, presumiendo marca de 5-0 en juegos que él inició y terminó.

Foles regresó a la titularidad el mes pasado, luego de que Wentz se lastimara la espalda, y los emplumados han ganado sus últimos cuatro choques, incluyendo un dramático triunfo por 16-15 en el Juego de Comodines en Chicago. Foles lanzó un pase de touchdown de 2 yardas para Golden Tate en cuarta oportunidad con 56 segundos por disputar en el último periodo frente a una de las mejores defensivas de la Liga para coronar la remontada.

Sin embargo, no importa lo que haga Foles, ya que ni siquiera otro trofeo Vince Lombardi le aseguraría un futuro en Filadelfia.

"(Carson) es el chico que reclutamos y a lo que sigue, él es nuestro mariscal de campo", ha dicho en repetidas ocasiones el coach Doug Pederson.

Las Águilas deben decidir en febrero si ejercen una opción de 20 millones de dólares para quedarse con Foles como suplente en 2019, aunque la ventaja es que Wentz sólo devengará 720 mil dólares como sueldo base, con un tope salarial de cerca de 8.5 millones.

Si el equipo no toma la opción, Foles, quien cumplirá 30 años en 10 días, se convertirá en uno de los agentes libres más preciados de la NFL.