El delantero de los Pumas no festejó el gol que consiguió ante su ex equipo. FOTO: Ismael Ramírez

Salió de su vestidor y en el camino hacia el autobús de los Pumas, Matías Alustiza se fundió en un abrazo con el presidente Gustavo Guzmán, a quien le dijo en una plática de minutos que estaba muy agradecido con el Atlas.

"Es un gusto saludarlo (a Guzmán). Hoy me toca defender los colores de Pumas y lo hago de la mejor manera como me tocó hacerlo en todos los clubes", dijo Alustiza.

"Hay mucho respeto por Atlas porque soy un agradecido".

El argentino marcó el tercer gol de los Pumas y no festejó. Se hincó, miró al cielo y con gesto de empatía volteó a la tribuna. Se le nota que aún siente algo por el club, del que se fue por petición del entonces técnico José Guadalupe Cruz.

Cuando el sonido local mencionó su nombre, se desató una ovación general. Palmas y gritos de aliento. Alustiza defendió en la cancha la camiseta de los Pumas, pero en la tribuna tenía seguidores de ambos clubes.

"Fue una felicidad enorme cómo me recibió la gente, eso se va a quedar grabado para siempre. Fue un año muy, muy bueno cuando estuve en Atlas, la gente me reconoció", añadió el ofensivo, quien marcó 14 goles con los Rojinegros y quién se quedó muy cerca de ser el primer campeón de goleó en la historia del club.

El sudamericano cumple su segundo torneo con la escuadra capitalina, con la cual ahora marcha en la cima del Clausura 2018, con 9 puntos y un paso perfecto.