Con esta y otras fotos, Rommel Pacheco encuentra motivación para seguir cumpliendo sus sueños. FOTO: Yarek Gayosso

El clavadista olímpico Rommel Pacheco encontró motivación desde el cielo para los Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018.

Guarda en su habitación, en la Villa, un álbum con fotos de la pequeña Jackie, quien falleció a los 10 años después de un transplante de médula que no tuvo éxito, en mayo pasado, cuando él se encontraba en el Pro Barranquilla, en Mérida.

El actual campeón centroamericano de trampolín 3 metros varonil mira las fotos durante su estancia en Barranquilla, siempre que puede en las que aparece junto a la pequeña, que en una de las imágenes viste una playera con la leyenda "Todos Somos Rommel y México es nuestra Bandera".

"La conocí hace cuatro años y cada vez que podía la visitaba y charlaba y hablaba con ella que era una inspiración para mí, me daba mucho gusto ver cómo poco a poco se iba recuperando.

"Al final fue desafortunado que el transplante no funcionara como debía haber sido, pero aquí en mis manos tengo un álbum con fotos de ella que me recuerda, que hay que trabajar, que independientemente de las situaciones en las que estés siempre hay que sonreír, a veces que un clavado no me sale o tengo miedo pienso en ella, no lo menciono mucho", comentó Rommel a CANCHA.

Barranquilla ha sido bondadosa con el clavadista tricolor, quien cosechó tres preseas, bronce en trampolín 1 metro individual, oro en trampolín 3 metros individual y, ayer, en 3 metros sincronizado junto a Jahir Ocampo, siete medallas centroamericanas totales de las cuatro ediciones en las que ha competido.

En la última justa regional de su carrera, Rommel, sin duda, recibió ayuda del cielo.

Rommel Pacheco consiguió su tercera medalla de oro de los Juegos Centroamericanos, junto a Jahir Ocampo, en el trampolín 3 metros sincronizado.

Rommel formó un lazó muy cercano con la pequeña Jackie, quien tenía 10 años de edad.