Rusia llegó al Mundial con el peor ranking de las selecciones participantes, pero hoy está a punto de meterse a las Semifinales. FOTO: EFE Luka Modric es el motor de los croatas. FOTO: AP

La Selección anfitriona aspira a ser la gran sorpresa en su propio Mundial.

El conjunto ruso se mide hoy ante una Croacia que línea por línea luce muy superior, sin embargo apela a su fortaleza mental y a la ventaja de jugar ante su público para dar la gran campanada en la justa.

Pocos seguidores de Rusia esperaban que su Selección avanzara hasta los Cuartos de Final, pero esas expectativas no importan para el volante Alexander Golovin, quien tiene objetivos aún más ambiciosos para los anfitriones.

"Sabíamos que todo era posible. Incluso antes del comienzo del torneo, todos entendíamos que era posible llegar a la Final. En serio, contábamos con esto y vemos que ahora es la realidad para nosotros, sabíamos que si confiábamos en nuestro futbol, todo es posible", afirmó Golovin, quien ha sorprendido como creador del futbol en el mediocampo.

Para el conjunto croata el juego de hoy en Sochi es una oportunidad para saldar una cuenta pendiente.

Hace 20 años, Croacia debutó en una Copa Mundial con un resultado que sólo otra Selección había conseguido y que nunca ha sido superado.

La memorable actuación que los llevó hasta las Semifinales de Francia 1998 ha sido la sombra que cada Selección de Croacia ha tenido que lidiar desde entonces, sin siquiera acercarse en igualar. Hasta ahora.

El cuadro balcánico podrá emular ese logro si logra vencer a Rusia para, quizás al fin, poder eclipsar el logro de hace dos décadas.

Con otra victoria, la actual generación de luminarias conformada por Luka Modric, Ivan Perisic, Mario Mandzukic e Ivan Rakitic estarán al mismo nivel que las figuras de 1998 como Davor Suker, Zvonimir Boban y Slaven Bilic.

"Estamos en Cuartos sabiendo que es un gran logro, pero nuestras metas son más elevadas, nos gustaría levantar la Copa del Mundo", aseguró el defensa Domagoj Vida.

Rusia vs. Croacia
13:00 h / Sky 534
Estadio: Olímpico de Fisht
Árbitro: Sandro Ricci (Bra)
Valor de las plantillas
Rusia
161 millones de euros
Croacia
364 millones de euros