Guadalupe Castañeda sabe que los colores de Cruz Azul pesan, pero todos tienen la obligación de responder. FOTO: Archivo Castañeda cree que a Walter Montoya le costará más, ya que viene del Sevilla y jugó muy poco. FOTO: Tomada de www.lacapital.com.ar

Los refuerzos que contrató Cruz Azul para este Clausura 2018 están obligados a rendir desde el inicio y no "pedir" un periodo de adaptación.

Para Guadalupe Castañeda, ex cementero, el equipo ha padecido recientemente de este mal, uno que suena más a pretexto que necesidad.

"La adaptación es un proceso sicológico. Llega un jugador a Cruz Azul y tarda un año en adaptarse, no manches. ¡Un año! El que es perico donde quiera es verde, el que es cabrón donde quiera juega bien, con calor, con lluvia, pasto sintético.

"El que es bueno no necesita tantos y tantos partidos de adaptación. El que es canijo para jugar, y lo digo abiertamente, lo hace bien donde sea. Es un aspecto mental, sicológico y de pretextos", comentó a CANCHA.

Carlos Fierro, José Madueña y Javier Salas al realizar pretemporada puede que no "sufran" tanto al esquema del equipo que dirige Pedro Caixinha, caso contrario a Walter Montoya, quien llega del Sevilla, con siete juegos en el 2017 y sin pretemporada.

"A Tigres no llegan llorando. Resulta que ahora sólo necesitan adaptación los jugadores de Cruz Azul, la playera pesa muchísimo pero cuando llegué de León, un equipo aparentemente chico, dije 'no necesito adaptarme'. Era llegar y jugar bien", agregó Castañeda.

El "Lupillo" incluso ve de manera "graciosa" que exclusivamente en La Máquina los fichajes no funcionan.

"Llegan jugadores de México o el extranjero goleadores, figuras, todo. Llegan a Cruz Azul y se les acaba la figura y todo. A la mayoría, de cinco sobresale uno.

"Pero luego esos mismos jugadores se van y empiezan a ser figura otra vez. ¿Qué podemos pensar? ¿La presión de Cruz Azul es grandísima o les queda grande la playera? Habría que preguntarles", finalizó.