La frustración de ver a su equipo perder por goleada, provocó que la afición de los Tiburones se desquitara con poco más de dos mil seguidores de Tigres en la tribuna.

Si cuando cayó el primer gol felino, André-Pierre Gignac fue bañado con decenas de vasos arrojados desde la tribuna en la que estaban sus familiares, el 3-0 anotado por Jürgen Damm desató la furia.

Integrantes de la barra La Guardia Roja que estaban detrás del arco donde cayeron los goles felinos, corrieron hasta la otra cabecera para agredir a los Libres y Lokos.

Utilizando tubos de las mallas que habían arrancado para llegar hasta su objetivo agredieron a los hinchas felinos, incluso se vio a un seguidor jarocho utilizar un picahielos.

La escena prosiguió tras el silbatazo final y los jugadores de Tigres, junto al director técnico Ricardo Ferretti, se acercaron preocupados a la tribuna.

Al ver que la poca presencia policiaca en las tribunas hacía que sus seguidores fueran golpeados salvajemente le exigieron ayuda a los elementos que se encontraban en la cancha.

"El Tuca" furioso, empujó a un Policía, y tuvo que llegar Gignac a separarlo diciéndole: "Ya cálmate, cálmate", pero Ferretti se acercó a la tribuna y les gritó a los seguidores veracruzanos: "¡Cuando vayan allá van a ver!"

Al retirarse de la cancha, Ferretti fue seguido por un reportero de la cadena de radio XEU Deportes y gritó ante su cámara: "¡Son unos cobardes!" y cuando el reportero lo seguía y narraba en vivo lo que sucedía le gritó: "¡Sácate a la chingada!".

Gignac también tuvo un encontronazo, pero con un aguador del Veracruz que lo acusó: "Tú empezaste la bronca, le fuiste a gritar a la porra" a lo que el francés le contestó molesto: "Eres una vergüenza por lo que dijiste".

Luego se observa que un miembro del cuerpo técnico le dice a Gignac: "No vale la pena, cabrón, te están grabando", a lo que el francés le contestó: "¿Y qué que me estén grabando? Lo que dice él no es".

Los felinos cancelaron su rueda de prensa, pero Gignac explicó en su cuenta de Twitter que el festejo de su gol no había sido una provocación, sino una dedicatoria para familiares que estaban en esa tribuna.

Y en una foto publicada por Jonathan Espericueta también en la red social, se vio cómo Jesús Dueñas terminó con el brazo sangrando debido a una botella rota que le arrojaron.