Otra vez una expulsión condicionó al Monterrey, que en desventaja numérica arañó un punto tras empatar 0-0 con el León en el Estadio BBVA Bancomer.

Ya son tres empates consecutivos de los Rayados que, aunque siguen invictos en el Torneo Clausura 2017, solo suman seis puntos, es decir, la mitad de los que ha disputado y ya dejaron escapar cuatro en casa.

Como contra el Cruz Azul la fecha pasada, el Monterrey tuvo que jugar con un jugador menos, pero esta vez sí logró contener a su rival.

Ante la Máquina iba ganando, pero un autogol de último minuto decretó el empate.

Anoche contra el León, el Monterrey jugó con 10 durante 70 minutos, casi el doble de tiempo que la semana pasada, pero logró colgar el cero por primera vez en la Liga MX.

Dependiendo del lado que se quiera ver, el Monterrey sumó un punto o perdió dos.

Con Edwin Cardona se puede pasar del amor al odio en un instante, no hay medias tintas, todo depende si lo que hizo es un gol o si fue expulsado.

Así como el gol de penalti que le marcó al Puebla en la primera jornada y que le dio el triunfo a los Rayados le mereció aplausos, cuando se marchó ayer expulsado los abucheos en contra del "10" volvieron a aparecer. Un día fue héroe, anoche volvió a ser villano.

Cardona no era titular desde la jornada 7 del torneo pasado, pero ayer solo jugó 21 minutos antes de ver la tarjeta roja.

El colombiano se fue expulsado por golpear con el codo a Fernando Navarro en la cabeza.

El árbitro Jorge Pérez Durán no actuó de inmediato. Dio la impresión que esperó la indicación de uno de sus asistentes para sacar la tarjeta roja, la cuarta para el colombiano desde que está en Rayados.

Con uno menos, el Monterrey se atrincheró con un sistema de cinco defensores que desempolvó el director técnico Antonio Mohamed desde el inicio del juego.

Así, controlaron al León al que limitaron a disparos de media distancia y aislaron casi por completo a Mauro Boselli, quien fue relevado por Germán Cano, quien acaso hizo un disparo a gol que atajó Hugo González.

El Monterrey también lo intentó con disparos de media distancia de Dorlan Pabon y al contragolpe generó algo de peligro.

Una señal de que el local no renunció al ataque fue ver a José Basanta como extremo izquierdo en tiempo de compensación.

Sin embargo, el punto fue insuficiente para más de 48 mil aficionados que, aunque valoraron las circunstancias en que los Rayados rescataron un empate, también vieron cómo se fueron dos puntos más en casa y abuchearon.