Brock Osweiler finalmente lució como el jugador en el que Houston gastó 72 millones de dólares, al lanzar para una anotación y correr para otra, llevando a los Texanos a la victoria 27-14 sobre los Raiders de Oakland en el Juego de Comodines de la Conferencia Americana.

Osweiler, mandado a la banca el 18 de diciembre, recuperó su puesto esta semana por la conmoción que sufrió Tom Savage y jugó su mejor partido del calendario para dar a los Texanos su primer triunfo en Playoffs desde la temporada 2012.

Houston y su defensiva número uno, encabezada por Jadeveon Clowney y Whitney Mercilus, no iban a permitir que se repitiera la humillante derrota 30-0 del Juego de Comodines del año pasado ante Kansas City y avanzaron a la Ronda Divisional, donde enfrentarán la próxima semana a los Jefes, si hoy gana Miami, o a los Patriotas, si hoy vence Pittsburgh.

El primer viaje de los Raiders a Playoffs desde la temporada 2002, cuando perdieron el Súper Tazón, terminó en un verdadero naufragio detrás de su errático tercer pasador, el novato Connor Cook, quien sufrió tres intercepciones.

Cook se convirtió en el primer mariscal de campo en la historia de la NFL en iniciar el primer partido de su trayectoria en Playoffs, luego de que el titular y contendiente a JMV, Derek Carr, se rompió la pierna hace dos semanas y el suplente Matt McGloin se lastimó el hombro el domingo pasado. Tampoco ayudó la ausencia del estelar tacle izquierdo Donald Penn, lesionado de la rodilla.

En ausencia de Carr, Oakland no fue ni la sombra del equipo que derrotó 27-20 a los Texanos en el Estadio Azteca, el pasado 21 de noviembre.

Houston (10-7) ganaba por 13 puntos al medio tiempo y se fue arriba 27-7 gracias a una carrera de una yarda de Osweiler a principios del cuarto periodo.

Los Raiders (12-5) redujeron la desventaja con una recepción para touchdown de 8 yardas de Andre Holmes en su siguiente posesión.

Oakland detuvo a continuación, pero Corey Moore interceptó a Cook en la siguiente serie.

El de ayer fue el primer partido de Playoffs en la carrera de Osweiler, a quien Peyton Manning mandó a la banca en la postemporada del año pasado con Denver.

En la jugada más espectacular del encuentro, con los Texanos 3-0 arriba, Clowney bateó un pase de Cook con una mano y se lo acomodó con la otra antes de engarzarlo para una intercepción, cuando estaba siendo tacleado.

En la siguiente jugada, Lamar Miller anotó por tierra desde la yarda 4 para poner el juego 10-0.