Dicen que la esperanza muere al último y con Rayados suele suceder.

Por cuarta ocasión en los recientes torneos, el Monterrey llega a la última jornada con el rosario y la calculadora en la mano.

Salvo el torneo pasado en el que clasificaron como superlíderes, la tendencia de los albiazules es llegar rezando a la última jornada y que sus plegarias no sean escuchadas.

Para este Apertura 2016, el equipo de Antonio Mohamed debe ganarle el sábado 19 al Morelia en el Estadio Morelos y esperar que dos de cuatro resultados les favorezcan, porque hay cinco equipos involucrados en la lucha por los últimos tres boletos a la Liguilla.
Además de Monterrey, quieren clasificar Necaxa, Pumas, Toluca y León.

Antes de que Rayados visite a Monarcas a las 19:00 horas, espera que a las 17:00 horas el León no gane en su visita al eliminado Cruz Azul. Luego, ese mismo sábado, a las 21:00, Necaxa debe perder en casa del clasificado Chivas.

Si esos resultados sabatinos no se dan, los rezos aumentarán para el domingo, siempre y cuando Monterrey haya vencido al Morelia.

La revolución que Rayados espera para ese 20 de noviembre es que Toluca pierda de local ante el eliminado y colero Santos, a las 12:00 horas, y que por la tarde, a partir de las 18:00 horas, los Pumas no ganen en Puebla ante unos Camoteros que ya no pelean nada.

El colmo para los albiazules sería que repitieran la historia del Clausura 2015, cuando necesitaban que Santos, Cruz Azul, Toluca y Tijuana no ganaran, lo cual sucedió, pero ellos no fueron capaces de vencer a Pumas en la despedida del Estadio Tecnológico.

Un año antes, en el Clausura 2014, La Pandilla sí hizo lo suyo, pero la combinación de resultados que esperaba no sucedió.

Y en el Apertura 2011 necesitaba que Querétaro, Morelia, San Luis y Pumas no ganaran y todos triunfaron, por lo que quedó fuera de la Liguilla en la que los Tigres se coronaron campeones.

La agonía del Monterrey promete ser larga y más porque se viene la Fecha FIFA. Serán dos semanas de esperanza, 15 días más de vida para prepararse para ganar y rezar.