Humberto Suazo dio cinco vueltas olímpicas como jugador del Monterrey, todas ellas para celebrar cada uno de los títulos que consiguió como rayado.

Anoche dio una más, pero ésta fue la última en el Estadio BBVA Bancomer, donde más de 40 mil aficionados se rindieron ante el legendario "Chupete".

"26, Gracias", fue el mensaje que miles de integrantes de La Adicción le mandaron a Suazo en una monumental lona que emocionó al chileno.

"¡Chiquitibum a la bim bom ba, chiquitibum a la bim bom ba, a la bio a la bao a la bim bom ba, 'Chupete' 'Chupete' ra ra ra!", fue la porra que le dedicó el resto a una sola voz.

Aunque muchos quisieran verlo de nuevo vestido de rayado por lo menos un torneo más, ayer Suazo jugó sus últimos 65 minutos de azul y blanco.

A su partido de homenaje sólo le faltó su gol. Hizo 121 en partidos oficiales, pero anoche no pudo marcar.

Dejó perlas como un pase de taquito, claro que no faltó la pisadita y el giro antes de descargar hacia un compañero para luego buscar un lugar desde dónde hacer daño.

Y obvio intentó hacer gol a su estilo, picando el balón por encima del portero, pero se quedó corto.

El olfato goleador lo tiene intacto, pero cada que parecía que quedaba solo en el área contraria un rival se atravesaba.

Y es que los defensas del Herediano no entendieron de razones. Ignoraron el deseo de los aficionados de Rayados por ver otro gol de la leyenda.

Otros días, Suazo resolvía los juegos. Esta ocasión Dorlan Pabon tomó la estafeta y marcó dos goles; Alfonso González puso el otro para el 3-0.

Porque al margen de que era un partido de homenaje, también fue el último de preparación antes del Apertura 2016.

Durante 65 minutos, futbolísticamente no desentonó, pero el físico no perdona.

Entonces, Suazo pidió su cambio y el Gigante de Acero retumbó con una sonora ovación al máximo goleador en los 71 años de historia del Club de Futbol Monterrey.

Pudo ser la nostalgia o también que vieron que no pierde la clase, pero miles le hicieron una petición especial a la directiva.

"Al chileno, contraten al chileno, contraten al chileno", cantaron.

Poco después de su salida se marcó un penalti a favor de los ticos. Hubiera sido bueno que fuera al revés y que Suazo pudiera despedirse con gol.

Randall Azofeifa hizo el 3-1.

Llegó el final del juego y acompañado de su familia, Suazo dio esa última vuelta a la cancha acompañado de su familia.



"Oh, Suazo no se va, no se va, no se va, Suazo no se va", le insistieron.

Aunque para el "Chupete" fue un adiós.

"Me voy muy feliz muy satisfecho y esto va a quedar marcado en mí para toda la vida. Pasé los mejores años de mi carrera en Monterrey".

Y así terminó el homenaje al más grande: Humberto Suazo.