Brasil se salvó de una derrota en su debut en la Copa América Centenario por un error arbitral.

La verdeamarela, que se presentó en el Rose Bowl de Pasadena, igualó sin goles ante Ecuador, contrincante al que no le dieron por buena una anotación luego de que el silbante Julio Bascuñán, apoyado por su asistente, se equivocara en una apreciación.

Al 64', Miler Bolaños desbordó a la línea de meta y, antes de que el balón saliera por completo, mandó un centro al área contraria.

La polémica se acrecentó luego que el portero brasileño, Allison, atajara mal la pelota y con su propio cuerpo mandara el esférico a las redes.

Desde la banca ecuatoriana tanto suplentes como el técnico Gustavo Quinteros comenzaron a celebrar el tanto, pero sólo unos instantes después el colegiado indicó que el gol no valía pues a su juicio el balón salió del campo.

No hubo mayores reclamos por parte de los elementos del conjunto ecuatoriano en la cancha; de hecho, el partido continuó con su ritmo somnífero, ese que fue característico de la jornada sabatina en la justa continental (un gol en tres juegos).

El Scratch, sin su mejor hombre, Neymar, y con varias bajas por lesión, se vio desconcertado en el campo, sobre todo en la parte ofensiva, donde sus elementos no se pudieron conjuntar para crear peligro.

De igual forma, el representativo ecuatoriano estuvo chato en la delantera, más allá del tanto polémico no hubo preocupaciones para Allison.

Ni siquiera las modificaciones en el complemento por el técnico Dunga le cambiaron la cara a Brasil, equipo que intentó con pases cortos, largos, filtrados e incluso disparos, pero no pudo mandar la pelota al fondo de las redes.

Entre todo un error arbitral le ayudó a sumar su primer punto en la competencia y así mantener a raya las críticas, en espera del primer tropiezo para comenzar a fluir en el ambiente de la verdeamarela.

Con unidades en la bolsa, los dirigidos por Dunga se pueden preparar para su partido ante Haití del próximo miércoles, el cual en el papel apunta a un triunfo seguro.

Y es que si el Scratch no logra ganar ante un contrincante que asusta poco, no lo podrá hacer ante ninguno.