| | Con pasión rayada... Jorge Lankenau revolucionó al Club Monterrey y al futbol mexicano en la década de los 90.
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Tras sufrir un derrame cerebral que lo mantuvo inconsciente desde septiembre del 2009, el ex presidente de los Rayados del Monterrey y ex banquero, Jorge Lankenau Rocha, falleció a las 8:00 horas de ayer, a los 68 años de edad.
En los Rayados y en el futbol mexicano, Lankenau, quien nació en Monterrey el 16 de abril de 1944, fue un hombre con visión de negocios que dejó huella.
Tras iniciar como patrocinador, decidió convertirse en dueño y presidente del Club de Futbol Monterrey en junio de 1991, para meterse de lleno al futbol profesional, al que revolucionó con su mercadotecnia.
Aun antes de que Lankenau fuera dueño del equipo, el Monterrey se convirtió en el primer club mexicano en portar publicidad en el frente de su camiseta a partir de septiembre de 1989, al lucir la palabra Abaco, nombre de la casa de bolsa que dirigía el empresario y que era la firma patrocinadora más fuerte de Rayados.
Hasta ese momento, el Monterrey era administrado y dirigido por los hermanos Jaime y Manuel Rivero, a quienes tres meses antes se los había entregado el Grupo Protexa.
Todavía como su patrocinador más fuerte, junto con la publicidad en la camiseta, Lankenau mandó crear el Himno del Monterrey, considerado aún el mejor de los que existen en el balompié azteca.
Además, le cambió el escudo al club, introduciendo la "M", que aún hoy se mantiene. También innovó en el diseño de la camiseta de juego del equipo y así surgieron modelos tan recordados como el de las rayas a brochazos.
Como dueño y presidente del Club Monterrey, a partir de la campaña 1991-92, extendió su visión de la mercadotecnia a todo el futbol mexicano, y los clubes de Primera División comenzaron a tener ingresos por la publicidad en el uniforme de juego, así como por la publicidad estática alrededor de la cancha en sus partidos como locales del torneo mexicano.
En la actualidad, la publicidad representa más del 30 por ciento de los ingresos que mantienen a los clubes mexicanos. Lankenau creó, además, la empresa AbaSport, que diseñó y fabricó los uniformes de la mitad de los 20 equipos de la Primera División y otros tantos de la Liga de Ascenso, así como de las Selecciones de México, Guatemala y Venezuela.
También lanzó la marca Agua Sport, que producía agua embotellada y bebidas rehidratantes. Su enfoque innovador también lo llevó a la Selección Nacional de México, a la que cedió al entrenador de Rayados, Miguel Mejía Barón, en diciembre de 1993, a cambio de un contrato para patrocinar y vestir al Tricolor.
Así surgió la campaña "Confía en México", que hacia alusión a Banca Confía, también de su propiedad. Ya como dueño de Confia, Lankenau también hizo que el Monterrey se convirtiera en el primer club mexicano en lanzar una tarjeta de crédito para sus seguidores con el escudo del equipo.
El entonces presidente rayado no sólo se involucró en el futbol, pues el Club Monterrey, bajo su mando, formó y sostuvo por varios años un equipo que participó en la Conferencia de Basquetbol Profesional.
Abaco se convirtió, además, en fuerte patrocinador de los Sultanes de Monterrey, equipo de la Liga Mexicana de beisbol, así como de los Borregos Salvajes del ITESM, de futbol americano estudiantil, y de otros deportes amateurs, como el frontón, tenis y ciclismo.
En la cancha, Lankenau desde el inicio quiso hacer de Rayados un equipo exitoso y protagonista y, de hecho, hizo su debut como presidente del club provocando revuelo a nivel nacional al contratar por tres años a Mejía Barón como entrenador del Monterrey para la campaña 1991-92, poco tiempo después de que el timonel había sido campeón de Liga con los Pumas de la UNAM.
El arranque de su gestión fue exitoso en lo deportivo, pues los Rayados fueron campeones de Copa en septiembre de 1991, venciendo 4-2 a las Cobras de Ciudad Juárez en una Final que Lankenau se trajo al Estadio Tec a cambio de un pago al club juarense.
Pero luego, su decisión de dejar ir a Mejía Barón al Tricolor, nombrando en su lugar al auxiliar Hugo Hernández, le costó perder la Final de Liga de la temporada 1992-93, ante el Atlante en el mismo Tec.
Esa amargura la borró meses después, cuando el equipo conquistó su primer título internacional, al ganar la Recopa de Concacaf el 1 de agosto de 1993, venciendo en un Cuadrangular al Luis Ángel Firpo de El Salvador, en Los Ángeles.
En 1996, aún bajo su mando, el Monterrey se dio el gusto de consumar el descenso de su acérrimo rival Tigres, al vencerlo por 2-1 en el Clásico Regio jugado en el Uni.
Lankenau llegó a un acuerdo para ceder el club a Femsa en 1999. Al ex presidente rayado le sobreviven su esposa, Milagros Martínez, y sus hijos Jorge, Eugenio, Milagros y Andrés. Su cuerpo fue cremado y el lunes se celebrará una misa en su honor a las 20:00 horas en la Parroquia Nuestra Señora María Reina de los Ángeles, en San Pedro.
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