El nuevo escándalo del Tri, en el que se vieron involucrados ocho jugadores de la Sub 22, debe dejar una enseñanza para todos los elementos que militan en el futbol y en las selecciones, opinó el argentino Damián Álvarez, atacante de Tigres.

Tras la experiencia de septiembre pasado en Monterrey, cuando luego de un partido amistoso se organizó una fiesta en el hotel de  concentración, el tema debió quedar claro para todos desde entonces.

"Si tú haces algo que por ahí te perjudica, ¿qué es lo primero que piensas?, ¡que no lo vas a volver a hacer! Es una situación lógica de la vida, lo primero que van a pensar (ahora) es tratar de sobreponerse a esto", dijo.

Cuestionado si lo que ocurrió en Ecuador fue producto de la soledad que cree vivir el jugador o un mero impulso juvenil del que no pensaron las consecuencias, Álvarez expresó que esto pudo ser más por la juventud e inexperiencia de los seleccionados.

"Todos somos humanos y hemos cometido errores, esto se hace más público porque es una selección, pero las situaciones se resuelven y no hay que ajusticiar a nadie.

"En este caso vamos a apoyar a nuestro compañero (Israel Jiménez) y a los demás implicados también porque son el futuro del futbol mexicano y hay que cuidarlos", dijo.

Adelantó que un problema como éste no debe hacer peligrar el futuro futbolístico de los seleccionados.


LES FALTÓ MADUREZ.- PALOS
El arquero Enrique Palos dijo que el suceso de Ecuador se debió a dos factores: a que se dejaron llevar por circunstancias y por no pensar en las consecuencias.

"Yo pienso que sí faltó un poquito de madurez en ese aspecto. Es la Selección Nacional y a esos niveles tiene que haber un grado de profesionalismo mayor o igual que en un equipo de Primera División, cada jugador tiene que ser profesional y preocuparse por su profesion o su desempeño".


ELLOS SABRÁN.- BORELLI
Éder Borelli comentó que de acuerdo a los reglamentos internos de cada institución, hay reglas que deben cumplirse.

"Ellos sabrán en el interior qué es lo que pasa y podrán analizarlo bien. Cuando no se cumplen esas reglas es cuando vienen los problemas. Cada uno sabe lo que está bien y lo que está mal, eso está muy claro, y después queda en cada uno respetarlo o no".