Totalmente inofensivo, el Tri Sub 22 pareció encontrar su vocación en la solidez defensiva.

Por quinto partido en fila en su etapa de preparación, la Selección Mexicana que disputará la Copa América se quedó lejos de la victoria, aunque esta noche con un 0-0 ante la Selección de Colombia en el partido que en teoría implicaba más dificultades.

Visitante en tierras cafetaleras, el cuadro verde jugó arrinconado, con delanteros aislados, pero férreo en la marca y por momentos afortunado para que los remates de Rafael Falcao, Dayro Moreno o Jackson Martínez pasaran fuera de los palos del arquero Luis Michel.

Después de recibir 9 goles en 4 partidos, el conjunto de Luis Fernando Tena mantuvo el cero en el arco, hazaña que deberá convertirse en filosofía del plantel dado su escaso potencial para desequilibrar al frente.

A pesar de las ausencias de Héctor Reynoso e Hiram Mier, quienes se integraron al Tri Mayor en la Copa Oro, la zaga juvenil se comportó a la altura gracias a la garra de Diego Reyes y Néstor Araujo.

La línea de 5 defensas que implementó el "Flaco" fue literal, ya que sus laterales prácticamente nunca intentaron desbordar hacia arriba.

Esa versión mexicana del "Catenaccio" pronto puso en aprietos al conjunto local, que quiso celebrar al minuto 29 un cabezazo de Falcao que movió las redes pero ante una bandera levantada porque el esférico ya había salido.

Sin Jonathan dos Santos en la media cancha, el chiva Jorge Enríquez fue el pivote que generó confianza en la retaguardia azteca, que veía de muy lejos a Rafael Márquez Lugo, Javier Cortés y Marco Fabián.

Colombia mejoró en el complemento, sobre todo a partir de los desbordes por izquierda de Pablo Armero, que obligó a Diego Reyes a sacar un tiro casi en la línea de gol y a lanzarse minutos después a Michel para desviar un centro con demasiado veneno.

El guardameta mexicano además le tapó un tiro a Falcao, todo ello en el segundo tiempo, cuando el arquero local se confirmaba como un espectador más, ya que nunca se vio en dificultades, pues el Tri fue práctico, porque para más no le alcanza.