El pase de uno de ellos estaba cocinado meses atrás, mientras que el otro llegó a última hora.
Sin embargo, desde el martes, Édgar Pacheco y Fernando Navarro se entrenan ya con sus nuevos compañeros, quienes los recibieron calurosamente, como si ya tuvieran tiempo de conocerles.

"Me han recibido de maravilla y eso hace que uno se siente muy acoplado de inmediato.

"Los compañeros inmediatamente te hacen sentir muy cómodo, son grandes personas y ahora me han tratado excelente", explicó Pacheco.

Por su parte, Navarro compartió la visión de su compañero, al considerar que el factor humano es y será la base de un Tigres fuerte.

"Creo que la calidad humana de los jugadores está probada y eso hace mucho bien al equipo.
"Desde que llegué se han portado muy bien conmigo y sólo quiero corresponder a la confianza", dijo el defensor.

Tanto Pacheco como Navarro aseguraron que llegar a Tigres supone un salto en su carrera, pues reconocen la fortaleza de la institución en la que quieren ser protagonistas.

"Siempre que me comentaron de la posibilidad de venir acá y yo estaba contento, deseando venir y agradeciendo ahora a toda la gente que lo hizo posible. Tigres es un gran equipo y ahora me toca poner mi granito de arena para que sigamos arriba", apuntó Pacheco.

Entretanto, Navarro relató que cuando conoció el interés felino no se lo pensó y pidió a la directiva del Atlante, su ex equipo, lo negociara.

"Sabía de la importancia de este equipo y cuando supe de la posibilidad lo hablé con mi directiva para que aceptara.

"Tigres es una gran institución y quiero aprovechar la oportunidad para demostrar que puedo aportar para su beneficio", aseguró el ahora ex atlantista.