Contrario a lo que muchos pensarían, el plante de Tigres no viajó hasta el Caribe para relajarse y, a la par de sus entrenamientos, aprovechar el paradisíaco lugar.

Y es que ante las medidas de disciplina y vigilancia que el cuerpo técnico y la directiva han dispuesto para los futbolistas, a éstos les queda poco margen para disfrutar la playa o las lujosas instalaciones de su hotel de concentración.

El punto más destacado sobre el cuidado de la cotidianeidad está en la restricción de ingesta de alcohol para los jugadores.

Dado que el hotel donde se hospedan es un "todo incluido", la directiva solicitó a la gerencia del mismo colocarles pulseras de color negro a los jugadores, mismas que son de uso exclusivo para menores de edad, quienes tienen restringido el acceso al alcohol.

Entre toda la expedición felina, sólo el cuerpo técnico y el grupo de utileros porta pulseras blancas, las cuales no tienen restricción alguna para el consumo de alimentos o bebidas embriagantes.

Precisamente en la alimentación, los jugadores también son supervisados y controlados puntualmente.

Éstos cuentan con 50 minutos para realizar cada una de sus 3 comidas, mismas que son ingeridas en los restaurantes del hotel abiertos en exclusiva para el grupo y en donde se sirven los menús que el cuerpo técnico solicitó desde hace 15 días.

"Todas estas medidas son normales, la idea de estar aquí es que el equipo se concentre en el trabajo y hagamos una buena pretemporada.

"Aquí medimos la disposición de los jugadores, lo apegado que estén en la disciplina, que es muy importante para lo que queremos", explicó Miguel Ángel Garza, delegado deportivo de Tigres, quien a la vez aseguró que no han tenido la menor queja por parte de los futbolistas.

Llega a tal grado la puntualidad en la disciplina del campamento felino, que los futbolistas prácticamente van de la habitación al entrenamiento o a ingerir sus alimentos, pues hasta ahora sólo algunas horas han podido disfrutar de las albercas o la playa.

Los felinos, que despiertan a las 6:00 horas, tienen que estar ya en sus respectivas habitaciones a más tardar a las 21:30.

"Y es pesado, pero así son las pretemporadas, hay que trabajar muy duro para estar bien en el torneo; venimos de un mes de vacaciones y ahora toca trabajar", argumentó Damián Álvarez.