El décimo día de estancia de Tigres en el Caribe fue diferente a los anteriores por la presencia de Ricardo Ferretti, técnico felino, quien se integró a la pretemporada.

El estratega, quien se ausentó para atender asuntos familiares en Brasil, apareció en el hotel de concentración a media tarde, justo para ser testigo, junto a Alejandro Rodríguez, presidente felino, de la práctica vespertina de sus pupilos, quienes por la mañana se ejercitaron en el campo de golf Grand Coral, ubicado a 40 minutos del hotel.

Ferretti fue recibido calurosamente por sus jugadores, quienes a su vez hicieron lo propio con Édgar Pacheco y Fernando Navarro, refuerzos para el Apertura 2011 y quienes se trasladaron desde Monterrey junto con el técnico.

De inmediato, Ferretti marcó su territorio, pues contrario a sus días de ausencia, los gritos imperaron, lo que aumentó la intensidad de la práctica de futbol.

"Toco y muevo, ¡carajo!", repetía constantemente Ferretti en el interescuadras realizado por cerca de una hora y donde comenzó a dibujarse el cuadro que presentaría Tigres el sábado en su primer amistoso ante el Atlante.

El hipotético once titular lo integrarían Enrique Palos en el arco, el juvenil Abraham Stringel, Hugo Ayala, Juninho y Éder Borelli en defensa, mientras que Danilinho, Manuel Viniegra, David Toledo y Damián Álvarez conformaron la medular, dejando a Lucas Lobos y Héctor Mancilla en el ataque.

Salvo Navarro y Pacheco, que trabajaron al borde de la cancha, todos los futbolistas del primer equipo formaron parte del partidillo que Ferretti marcó con sus constantes regaños y exigencias de pulir detalles.

"Ya hacía falta que viniera Ricardo, es importante que los jugadores lo sientan cerca, que los que no lo conocían trabajando lo vayan haciendo para seguir preparándonos a tope", dijo Rodríguez.