Ndamukong Suh disfruta del momento de Carneros. FOTO: AP

Ndamukong Suh ha sido llamado de muchas maneras en sus nueve años de carrera.

Mercenario es una de ellas, después de ganar 65 millones de dólares en cinco temporadas con Detroit y marcharse a Miami con un contrato de 114 millones.

Un jugador sucio es otra, y es que pisar a Aaron Rodgers en varias ocasiones ya que había terminado la jugada, no le da muchos argumentos para defenderse.

Pero Suh quiere agregar "campeón de Súper Tazón" a la lista de etiquetas con la que lo relacionan.

En apenas su primera campaña con los Carneros, Suh ya jugará en su primer Super Bowl, encontrando algo que nunca hizo en su tiempo con Leones y Delfines.

"Requiere de la situación correcta, de las personas correctas. A veces he sentido que estoy con excelentes grupos, que tenemos lo suficiente para llegar hasta este punto, pero no lo hicimos", explicó Suh.

"Aposté en mí mismo. Entendía lo que tenía este equipo y quise empujar todas las fichas al centro de la mesa".

El tacle defensivo prefirió firmar un contrato de una temporada con Los Ángeles, rechazando acuerdos de más campañas con otros equipos, incluyendo los Santos.

Suh llegó a la agencia libre después de ser cortado por Miami, equipo que le confió 114 millones de dólares en 2015, pero que lo dejó en libertad tres años más tarde.

"Ser cortado por Miami no fue un momento bajo para mí. Fue una bendición disfrazada. Fui cortado por alguna razón y esa razón se ha visto en los últimos 6 a 8 meses", agregó Suh, quien trata de bloquear los comentarios que hablan sobre su falta de lealtad como jugador.

"Las personas tienen su opinión y no significa que estén en lo correcto. Invito a las personas a que vean lo que hay debajo del cofre y no sólo lo bonito que brilla el carro. Puede verse como un buen carro y ni siquiera prender. Las personas tienen su opinión y yo voy a seguir siendo como soy".