Tras una noche de festejo, que incluyó una taquiza, la rusa Anastasia Pavlyuchenkova dejó ayer tierras regias prometiendo regresar el próximo año para defender su bicampeonato del Abierto Monterrey.

La tenista rusa de 19 años de edad, quien el domingo derrotó en la Final a la serbia Jelena Jankovic, sólo tuvo palabras de agradecimiento para el público regio.

"Realmente sólo tengo buenos recuerdos de este torneo, de la Ciudad, por supuesto que quiero regresar el próximo año, me han tratado muy bien", dijo Anastasia tras dejar su hotel con rumbo al Aeropuerto Internacional de Monterrey.

"Les agradezco mucho todo el apoyo, sus muestras de amistad, pasé momentos inolvidables".

Luego de ganar su segundo título el domingo, Pavlyuchenkova fue agasajada con una fiesta privada.

"Todavía anoche se le hizo una fiesta privada, a ella y su papá. Hubo tacos y cenaron muy contentos", reveló Hernán Garza, director del Abierto Monterrey.

El magnetismo de Anastasia se hizo presente hasta los últimos instantes de su estancia, luego de que los mismos empleados del hotel donde se hospedó le pidieron la clásica foto del recuerdo.

"¿Nos permites una foto?", le dijeron, a lo cual la tenista accedió de inmediato.

Cuestionada sobre si en algún momento tuvo temor de venir por la ola de inseguridad, la rusa dijo que no.

"No sé nada de eso. Nunca tuve ningún problema, tampoco escuché que alguna otra de mis compañeras tuviera una queja. Me encanta la Ciudad y su gente es muy amistosa", dijo la bicampeona.

SEGURIDAD TOTAL
Mientras la ola de inseguridad ha cancelado diversos eventos deportivos en la Ciudad, el Abierto Monterrey demostró que la Ciudad puede albergar competencias internacionales sin problema.

"Monterrey sigue siendo una gran ciudad, sí hay una situación adversa, pero seguimos siendo una ciudad importante para eventos. Se demostró que se pueden hacer eventos buenos internacionales, aquí está la prueba. Hay que tener confianza", dijo Hernán Garza, promotor del evento.

"Sí preguntan las tenistas por la situación de seguridad, no de Monterrey, sino de México en general. Pero ellas se han sentido muy a gusto, seguras y sin ningún problema".