En marzo pasado, Wozniacki criticó que Sharapova haya recibido una invitación para entrar al Abierto de Stuttgart. FOTO: Reuters

A Caroline Wozniacki le pudo más no jugar en la Cancha Central del US Open, que perder en la segunda ronda del último Grand Slam del año.

La razón tiene nombre y apellido: Maria Sharapova.

La rusa, quien disputa mediante una invitación su primer Grand Slam desde que se terminó su sanción por dopaje en abril pasado, no ha salido de la cancha Arthur Ashe, situación que desaprobó la danesa.

"Creo que hacer un programa en el que la número cinco del mundo está jugando en la Cancha 5, en el quinto partido -después de las 16:00 horas-, creo que eso es inaceptable", comentó Wozniacki.

"Y cuando ves que en la Cancha Central, entiendo completamente la parte comercial de las cosas y todo lo demás, pero alguien que regresa de un castigo por dopaje -abuso de sustancias controladas- y de repente de la nada disputa cada uno de sus partidos en la Cancha Central, creo que eso es algo para cuestionarse".

Wozniacki reconoció que el Abierto de Estados Unidos es uno de sus torneos favoritos, sin embargo, hay detalles por mejorar.

"Me encanta el US Open. Es un torneo que siempre espero (jugar). Creo que la programación es un poco desafortunada este año. Creo que hay formas de mostrar respeto a los tenistas, de respetar los rankings y respetar a la gente que lo ha hecho bien en el pasado. Hubo algunas cosas que pudieron haber sido mejor", enfatizó Caroline, quien cayó el miércoles frente a la rusa Ekaterina Makarova.

En marzo pasado, Wozniacki criticó que Sharapova haya recibido una invitación para entrar al Abierto de Stuttgart -primer torneo que jugó tras el castigo-, afirmando que fue un acto "irrespetuoso" para los demás tenistas.