Qué tanto no quiso y respetaba el futbol mexicano Carlos Miloc, que su adiós se dio en un partido entre sus amados Tigres y su inolvidable Morelia.

El uruguayo falleció ayer a los 85 años de edad y se fue en una tarde de sábado de futbol en Monterrey. Ésas en las que le tocó escribir innumerables historias de garra como entrenador felino.

Morelia fue el equipo que trajo al uruguayo al balompié mexicano como jugador en 1956. Se encariño tanto con esa plaza que su hija se llama Sayonara Morelia.

Y qué decir de los Tigres, a los que dirigiría en cuatro etapas, haciéndolos dos veces campeones en las campañas 1977-78 y la 81-82.

Si bien Ricardo Ferretti desplazó el año pasado a Miloc como el máximo ganador de títulos de Liga en el club, su huella es tan imborrable que para muchos sigue siendo considerado el entrenador más emblemático de la franquicia.

Los nombres de Tomás Boy, Osvaldo Batocletti y Gerónimo Barbadillo no se pueden mencionar sin que venga a la memoria el de Miloc, ese hombre que se caracterizaba no sólo por usar guayaberas sino por su corazón felino y declaraciones polémicas.

El "Tigre Mayor" jugó en México en equipos como Morelia, Irapuato y León hasta 1968, para estrenarse como técnico en la campaña 1969-70 con el Pachuca, para luego pasar por Irapuato, Torreón y Veracruz y San Luis, al que ascendió en 1976.

También dirigió a los dos grandes de México: Chivas y el América, así como a Cobras de Ciudad Juárez, Tecos y Correcaminos.

Miloc era tan temperamental que lo mismo peleaba con aficionados que con jugadores. Como pasó en 1991 cuando dirigiendo a las Águilas en la Final de la Copa Interamericana se agarró a golpes con jugadores del Olimpia de Paraguay cuando iba a regañar al americanista "Edú".

Su primera etapa en Tigres fue de 1977 a 1979, luego de 1981 a 1983; volvió de 1986 a 1988 y cerró en el Verano de 1998.

En los últimos años, Miloc acudía a los entrenamientos de Tigres al Uni o a Zuazua, pues era un asesor honorario, teniendo con Ferretti una gran amistad.

Y así como un día tras una bronca en un Clásico en el Tec en los 80, Miloc, con Francisco Sánchez a un lado sangrando, dijo que no había queja de ningún tipo de parte de sus jugadores y lanzó una porra. Así se fue ayer.

"¡Chiquitibum, a la bimbomba..., Don Carlos, Don Carlos, ra, ra, ra!".