De no ser por Robert Kraft, los Patriotas de Nueva Inglaterra no se hubieran convertido en una de las franquicias más ganadoras en la historia del deporte y probablemente estarían jugando en Jacksonville o San Luis.

Así de importante ha sido la presencia del empresario en la historia reciente de los Patriotas, que en poco más de dos décadas con Kraft pasaron de ser un constante último lugar en la NFL a uno de los equipos más exitosos del deporte en todo el mundo.

La historia de Kraft con los Patriotas comenzó en 1971, cuando adquirió boletos para toda la temporada por su fanatismo por el equipo.

Para 1988, Kraft ya era dueño del entonces estadio de Nueva Inglaterra, Sullivan Stadium, así como del contrato que tenía la franquicia de jugar en este inmueble hasta 2021.

Cuando Victor Kiam, dueño en ese momento del equipo, trató de mover el equipo a Jacksonville, Florida, fue Kraft quien impidió este movimiento, respaldado por el acuerdo firmado.

El mismo contrato evitó que James Orthwein, quien compró a los Patriotas de Kiam, hiciera lo mismo pero en la ciudad de San Luis, Missouri.

Dos años después de bloquear la segunda mudanza, en 1994, Kraft optó por comprar a los Patriotas por 172 millones de dólares, cifra récord en ese entonces en la compra de una franquicia deportiva.

A partir de ese momento, y en un proceso de menos de 25 años, Nueva Inglaterra es el ejemplo de continuidad, tradición ganadora y títulos de Súper Tazón.

En 2002, Kraft construyó un estadio de 350 millones de dólares de su propia bolsa y cinco años más tarde invertiría otros 375 millones de dólares en la construcción del Patriot Place, un centro de entretenimiento, hotel, museo, restaurante y centro comercial alrededor de Gillette Stadium. Hoy Los Patriotas están valuados en 3 mil 400 millones de dólares, sólo por debajo de los Vaqueros de Dallas.

Bajo la familia Sullivan, Nueva Inglaterra sólo apareció en un Súper Tazón, en la edición XX, que perdieron ante los Osos de Chicago. Con Kraft al mando, los Patriotas han llegado a ocho Súper Domingos, tomando en cuenta la edición LI que jugarán ante los Halcones de Atlanta el 5 de febrero.

Con esta octava participación, Kraft se convertirá en el dueño con más Súper Tazones en la historia, además de convertir a los Patriotas también en la franquicia con más apariciones en el último juego de la temporada.

GUÍA A SU RIVAL

Cuando Arthur Blank compró a los Halcones de Atlanta en 2001 no tenía idea de cómo manejar una franquicia deportiva, por lo que optó por hablar con Robert Kraft para recibir consejos de alguien que ya llevaba tiempo en esa posición.

En diciembre del 2001, el dueño de los Patriotas y el ahora nuevo dueño de los Halcones desayunaron juntos, ahí Kraft le enseñó las claves de este negocio.

Blank tenía experiencia en los negocios, como fundador de The Home Depot, pero cero historial en el mundo de los deportes.

"(Kraft me dijo) que todo lo que estaba haciendo bien con mis negocios, lo aplicara con los Halcones de Atlanta  y así sería exitoso", compartió Blank en entrevista en el programa 'In Depth with Graham Bensinger'.

"La única cosa que me dijo era diferente era la prensa (...) Tenía razón. Hay decenas de reporteros siguiéndote todos los días. O les das algo de que hablar o lo van inventar, porque tienen un trabajo que hacer. Tienen que escribir de algo. (...) Así que tenemos una buena y transparente relación con los medios de comunicación".

LA MANCUERNA PERFECTA

Kraft tiene dos historias en los Patriotas: antes y después de Bill Belichick.

De 1994 a 2000, sus primeras siete temporadas como dueño de los Patriotas y tan sólo un año con Belichick como entrenador en jefe, Nueva Inglaterra registró un récord de 59 victorias y 53 derrotas en temporada regular, incluyendo la campaña del año 2000, la peor marca para un equipo de Kraft en sus 23 años como dueño.

Tan sólo unos meses después de esa campaña de sólo cinco duelos ganados, la historia cambió notablemente para Kraft, Belichick y la franquicia.

En 2001, los Patriotas ganaron 11 juegos en camino al primer título de Súper Tazón en su historia. A partir de ese momento no volvieron a ver para atrás.

Incluyendo esas 11 victorias, de 2001 hasta la campaña de 2016, Nueva Inglaterra tiene un récord en campaña regular de 196-60, mejor que cualquier otro equipo en la NFL.

En estas últimas 16 temporadas, Nueva Inglaterra sólo ha quedado fuera de los Playoffs en dos ocasiones, 2002 y 2008, la segunda coincide con el año en el que Tom Brady sólo jugó un partido por una lesión en la rodilla.

La consistencia y continuidad han sido las claves para el éxito prolongado de los Patriotas con Kraft como el dueño, pues en los 23 años con el equipo sólo ha tenido tres entrenadores en jefe, los tres campeones del Súper Tazón en algún punto de sus carreras (Bill Parcells, Pete Carroll y Belichick).

CONFUNDIÓ A BRADY

Tom Brady o Kyle Brady, para Robert Kraft eran casi la misma persona a inicios de la temporada del año 2000.

En una de sus primeras prácticas como jugador de los Patriotas, Kraft se refirió a Brady como Kyle en lugar de Tom, confundiendo a su QB novato con el entonces ala cerrada de los Jaguares de Jacksonville.

"Mi nombre es Tom Brady, señor Kraft, y quiero decirle que haberme seleccionado fue la mejor decisión que jamás pudo haber hecho esta franquicia", le dijo en aquel entonces el QB al dueño de los Patriotas tras la confusión.