Son 19 contendientes pero sólo a uno se le exige verdaderamente. Nunca, por más alto u óptimo que sea su rendimiento alcanzará niveles de convencimiento total en el vox populi. Siempre habrá algo que no agrade del América.
Si gana, "le faltó"; si pierde, "huele a crisis".
¿Por qué no se le cuestiona a Toluca su bajo rendimiento? El cuadro de La Volpe brindó su mejor versión en lo que va del torneo y ni así le alcanzó para arañarle algo a su más odiado rival. Es cierto que no fue un América brillante pero aun así fue capaz de ganar. ¿Entonces?
Pocos le otorgan reconocimiento y mérito al triunfo americanista. Nadie habla que de la noche a la mañana, América debió transformar su estructura tras las salidas de Marchesín, Edson, Mateus y la lesión de Nico Castillo. El edificio que estaba construido sufrió una modificación interna.
Está claro que aún en la victoria, al América se le acecha. Aves carroñeras giran a su alrededor buscando encontrar algo para saciar la atención que en otros equipos no encuentran.
Si a todos los clubes se les exigiera como se le exige al América y se les criticara como se le critica al América, el futbol mexicano crecería exponencialmente semana a semana.
En lugar de medir con la misma vara, a otros se les arrulla y se les mima.
Hablemos de Chivas. Entre la doble moral que maneja (cuando se gana, mérito de jugar con mexicanos; cuando se pierde, la desventaja de jugar con mexicanos) y el hecho de que su plantel luce lejano al de los todopoderosos económicamente hablando, un triunfo es absoluta mejoría y dos consecutivos, ¡uf! gozo y júbilo porque se va por el buen camino sin importar cómo se juegue.
Hablemos de Pumas. Un caso parecido al de Chivas. Escuadra que transita por las vías de nuestra Liga con un escudo invisible que les sobreprotege ante la opinión pública. El hecho de ser "universitarios" les genera un nuevo seguro de vida cada seis meses. No pasa nada si no se alcanza el título. Los grandes mitos (en la actualidad) sobre su cantera y aquello de apostar por jóvenes, siguen siendo factores canjeables por un perdón tras cualquier fracaso.
Hablemos de Cruz Azul. El intocable. El que es de ellos y sólo para ellos. Nadie puede señalarlos porque quienes no sienten sus colores, son (somos) incapaces de entender el sufrimiento por el cual han caminado durante tantos años. Algo que entonces, también les genera inmunidad. También, dos triunfos, son motivo de aplauso.
Y no es que victimicemos al América. La realidad es que no se usa la misma balanza para todos. Lo que para Chivas es un tremendo logro, para América es algo normal y hasta una obligación.
Hoy se le presiona y exige más a Tigres y a Rayados que a cualquiera de los otros tres grandes. Y eso parece que ya les gustó a Chivas, Pumas y a Cruz Azul.
Twitter: @CARLOSLGUERRERO |