Naomi Osaka ha levantado la voz por las injusticias raciales. FOTO: EFE

Cada que Naomi Osaka sale a la pista del Abierto de Estados Unidos su cubrebocas es un símbolo de protesta contra las muertes de ciudadanas y ciudadanos negros a manos de la policía estadounidense.

Hoy en la segunda ronda del Grand Slam estadounidense llevaba una mascarilla con el nombre de Elijah McClain, un masajista afroamericano de 23 años de Aurora, Colorado, que murió después de que la policía lo sometiera a un estrangulamiento y los paramédicos lo sedaron.

Una vez que se retiró la mascarilla, Osaka consiguió tres puntos rápidos en su servicio para un triple set point ante la italiana Camila Giorgi. Para el segundo parcial su oponente no pudo devolverle dos servicios y se llevó el partido por 6-1 y 6-2.

"El tenis lo ven muchas personas en el mundo, quiero que las personas conozcan lo que está pasando", explicó Osaka después de avanzar a la tercera ronda, donde enfrentará a la ucraniana Marta Kostyuk.

En su primera ronda portó el nombre de Breonna Tyarlor, una mujer afroestadounidense de veintiséis años, quien fue asesinada en un tiroteo por unos agentes del Departamento Metropolitano de Policía de Louisville.