Nadie avisó que León podía robar la Liga en el torneo pasado. Y hoy, cuando apenas han corrido 180 minutos del Apertura 2019, el futbol vuelve a emitir señales de nuevas y agradable sorpresas.
Entiendo que el aficionado se alimenta de ilusiones, pero también de hechos consumados. Y éstos son los que hay que analizar. Los Pumas del español Míchel González, por ejemplo, arrancaron con dos victorias. De los 17 tristes puntos sumados en la pasada edición, sólo hay tres cambios: el entrenador, el central argentino Freire y, el volante mexicano Vigón. ¿Michel es un mago? Cuidado, porque muchos prensaron lo mismo de Marioni cuando relevando a Patiño ligó algunas victorias. Tampoco descarto el repunte de los universitarios, pero los rivales vencidos hasta hoy -San Luis y Necaxa- tampoco me dicen mucho. El otro que arrancó sorprendiendo es el Altas con su nueva administración. Le ganaron a Juárez en un encuentro muy igualado. Y después, con apenas tres tiros totales sumaron de a tres en Morelia, que les disparó 21 veces. No creo que en lo que resto del torneo alguien gane otro partido con sólo tres disparos.
También Vucetich y el profesor Meza le han cambiado la cara a sus equipos. De arranque Querétaro y Veracruz dejaron de ser la botana de la Liga, plasmando conceptos futbolísticos sólidos. Los Tiburones ligaron 340 pases y superaron en posesión y posibilidades al Pachuca. Igual siguen sin ganar, pero jugando así, perderá menos veces.
De los favoritos, América se vio menos que León hasta antes de la expulsión de Navarro. La Águilas, repletas de figuras, no se organizaron en ataque. Renato tiró una vez, dos Castillo, una Guido y los demás, nada. Si alguno plasmó su estilo, ése fue el León. Empate que no dejó mucho.
Los que tampoco cumplieron fueron los Rayados. En San Luis, Pizarro y Maxi Meza hicieron corto circuito. Layún regaló la posesión 19 veces. Nico se volvió loco pisando la pelota en la salida. Estefan es mejor lateral que central. Pabon se vio espeso y huevón. Hurtado también jugó sin cuerda y Charly Rodríguez hizo más que todos en 20 minutos.
En Guadalajara, las livianas Chivas lograron desdibujar al campeón. Primero le hicieron gol en segunda jugada (corner), luego, con toques los metieron atrás provocando imprudencias y, entre ellas, la expulsión de Salcedo. Los Tigres se quedaron con mínimos argumentos para empatar, siempre y cuando el Guadalajara le sacara provecho al hombre de más. Pero no fue así, los de la "U" dominaron, crecieron y, más tras el altercado entre Boy y Gignac. Al final, con cerrojo de librito y contra 9, Chivas marcó el 2-0 de penal.
PD. A los siempre pendientes de los equipos que "no lo consiguen", la jornada dos, resultó ideal para desprestigiar a los supuestos favoritos.
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