La expresión de Ben Roethlisberger al final del partido, habla por sí sola.
El veterano mariscal de campo se pregunta incrédulo, ¿lo falló?, al ver que la patada de Stephen Gostkowski se desvía a la derecha permitiéndole a los Acereros asegurar su sexto triunfo de la campaña.
Así concluyó el duelo más interesante de la jornada dominical en el que dos pesos completos de la Conferencia Americana midieron fuerzas en un enfrentamiento apasionante de principio a fin, que podría repetirse en el mes de enero.
Los Titanes, que habían dominado la segunda mitad y estaban a punto de forzar el tiempo extra tras haber estado abajo por 20 puntos, se quedaron en la orilla y dejaron a Pittsburgh como el único equipo invicto de la NFL después de las primeras siete semanas de la temporada regular.
Y aunque la victoria terminó siendo sufrida, la escuadra de Mike Tomlin tiene motivos de sobra para afrontar con optimismo la semana previa al crucial duelo ante los Cuervos, el rival a vencer en la lucha por el título de la División Norte.
La defensa, aún con la ausencia de Devin Bush y Mike Hilton, dos piezas fundamentales en el esquema de Keith Butler, jugó una gran primera mitad y mantuvo a raya a la temible dupla de Derrick Henry y Ryan Tannehill.
Y aunque las cosas cambiaron a partir del tercer cuarto, fueron capaces de hacer un par de jugadas grandes en la última ofensiva para evitar que Tennessee rescatara la victoria.
A la ofensiva, Roethlisberger volvió a jugar un partido eficiente aprovechando la gran cantidad de armas que tiene a su disposición, y el ataque terrestre funcionó de manera eficiente.
Y aunque Roethlisberger cometió un error grave al entregar el balón estando en territorio de gol de campo en la última ofensiva, su actuación fue fundamental para que Pittsburgh ganara la batalla por el tiempo de posesión, una condición necesaria para aspirar a vencer a los Titanes.
Por su parte, la escuadra de Mike Vrabel debe irse con la cara en alto. Aún cuando su pateador veterano volvió a fallar a la hora buena, demostraron ser un equipo bien entrenado, con personalidad y carácter para sobreponerse a la adversidad.
Y así como Pittsburgh tendrá mucho que aprender de una victoria que se complicó innecesariamente, la escuadra de Tennessee seguramente le sacará provecho a una segunda mitad en la que superaron claramente el que hoy amanece como el mejor equipo de la NFL.
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