A todos nos tomó por sorpresa la pandemia del Covid-19 y para los jugadores del PGA Tour fue la primera ocasión que tuvieron que hacer un receso tan largo de las competencias.

Platiqué con Abraham Ancer, quien es nuestro máximo representante en la máxima categoría. Ha tenido la mejor temporada de su carrera al terminar dentro de los 30 mejores en la FedEx Cup. Además, jugó por primera ocasión en la Presidents Cup donde fue el mejor exponente del equipo Internacional y jugó en el último match de singles contra Tiger Woods.

De una manera muy positiva me comentó que el receso le ha venido muy bien. Tuvo mucho tiempo para replantearse cosas de la vida y de su juego. El primer mes lo dedicó 100% para fortalecerse con pesas, algo que no pudo hacer durante la temporada regular. Se sometió a un extensivo régimen de entrenamiento en casa para poder recuperar potencia. Después, trabajó en flexibilidad para ganar más distancia en el campo. Algo que me gustó mucho, es cuando me dijo que definitivamente el deporte pasa a segundo plano en este tipo de eventos, ya que lo más importante es cuidarse y hacer lo mismo con los que más queremos.

Me comentó también lo difícil y raro que será participar en los primero torneos de la temporada sin público, debido a la costumbre de jugar con las gradas que les da otra perspectiva del campo, por lo menos en los cuatro primeros torneos que se jueguen de regreso así será.

Por otra parte, mencionó que el último mes lo dedicó a su juego pues puede entrenar casi diario, ya que las restricciones en Estados Unidos, donde reside, le han permitido practicar sin ningún problema. De hecho, participó en un mini torneo a beneficio de caddies por la pandemia y terminó en sexto lugar.

Asimismo, pudo dedicar tiempo al lanzamiento de su propio tequila "Flecha azul" y su línea de ropa "Black Quail apparel", además que ha estado muy activo en sus redes sociales. Planea participar la próxima semana en el Charles Schwab Challenge, que se juega en el Colonial; después el RBC Heritage, en Hilton Head; y de ahí el Travelers Championship, en Cromwell, Connecticut.

Después tomará dos semanas libres para replantear su calendario y por supuesto participar en los "Majors" y en los World Golf Championships, que le restan de la temporada.

El Masters se jugará en noviembre y es el único de los cuatro "grandes" que le falta por jugar, es algo que lo tiene en la mente y está muy enfocado en hacer un buen papel en su debut.

Abraham es un jugador muy dedicado, inteligente y calculador en el campo de juego, donde rara vez demuestra sus emociones. Tiene muy bien planteado lo que quiere y lo que quiere lograr. Poco a poco ha ido superando obstáculos y alcanzando objetivos.

El objetivo de ganar en el PGA Tour cada vez se vez más cerca, estoy muy seguro que es el sueño que le falta por cumplir pronto llegará a concretarse.

 
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