El Scratch ya encontró la pólvora en la Copa América Centenario.

Brasil se acordó de su historia de goles, triunfos y rotunda superioridad al darle clase de samba a Haití con un 7-1 en el Citrus Bowl de esta ciudad, en partido del Grupo B del torneo.

Después de un debut que sembró dudas respecto al manejo de grupo por parte del técnico Dunga, la Verdeamarela no podía dejar pasar la oportunidad de tener sobre el terreno a un cuadro haitiano con limitaciones, y se deleitó con el balón y las jugadas a ras de pasto para perforar una y otra vez a la zaga caribeña.

El jugador del Liverpool inglés, Philippe Coutinho se apuntó un "hat-trick" al inaugurar el marcador a los 14 minutos en una jugada de pizarrón, seguir al 29' al aparecer por el centro del área chica para empujar un esférico, y cerrar la cuenta general y la suya al 91' en un disparo desde fuera del área como si fuera con la mano al costado izquierdo del portero de Haití, Johny Placide.

Renato Augusto también colaboró en extremo para la goleada. Hizo dos tantos, el tercero a los 36'  y el sexto al 86', además de combinarse en varias llegadas al marco haitiano precisamente con Coutinho.

Los otros goles brasileños corrieron por cuenta de Gabriel Barbosa en un disparo de media distancia al 59', y de Lucas Lima al rematar con la cabeza al 67', prácticamente sin marca.

Lo rescatable para Haití es que no se fue en blanco y ya cuando tenía cinco en la frente pudo marcar, al 69', a través de James Marcelin quien metió la pierna tras un rechazo del portero Alisson.

Brasil recuperó la magia ante uno de los débiles del torneo. Ya ganó y se declara en pie de guerra por la supremacía continental.