América fue su peor enemigo y luego de terminar con 9 hombres en la cancha, prácticamente le puso en bandeja de plata la victoria a los Pumas, que se impusieron 3-0 al América, para dejarlo moribundo en la Semifinal.

Tras un primer tiempo, donde le anularon un gol de manera errónea a los Pumas por fuera de lugar, tras remate de Britos, los goles y tarjetas llegarían en el complemento.

El árbitro, Fernando Guerrero, salió con la mano muy suelta, sin querer que los ánimos se encendieran, pero las Águilas no entendieron este mensaje, porque también terminaron con un saldo negativo y varios amonestados a cuestas.

De nada le ayudó a los de casa haber tenido dos aproximaciones en el primer tiempo, ser el equipo que propusiera durante largo rato, pues en un abrir y cerrar de ojos, se fue expulsado Pablo Aguilar al minuto 52, y ahí se escribió la debacle del cuadro azulcrema.

Diez minutos después, Ismael Sosa puso el 1-0 a pase de Fidel Martínez, aprovechando el momento anímico que vivían y las fallas en la marcación.

El festejo de Sosa caló en el ánimo de los americanistas, al grado que Michael Arroyo no aguantó y le propinó un empujón a Sosa, sin embargo el árbitro Fernando Guerrero expulsó a Miguel Samudio, por doble amarilla.

Gerardo Alcoba hizo pedazos a la zaga de las Águilas y clavó el 2-0 al 73', con el que materialmente las aniquilaron.

Cinco minutos después, para rematar la obra vino Eduardo Herrera que venció a Moisés Muñoz con un vistoso remate con la cabeza para el 3-0. Una losa que parece definitiva y que le deja pocas opciones para la vuelta a las Águilas, que ahora tendrán que salir a golear a los Pumas en casa, si es que quieren seguir con vida en esta Liguilla.

Por más ajustes que hizo el técnico Nacho Ambriz, nada le funciono para meter cuando menos un gol , y nuevamente demostró que este América no sabe hacer pesar el Azteca bajo su mando mando, pues en casa es donde menos funcionaron en la fase regular.

Las Águilas salieron con la maleta llena de cuero, apuntes y uno que otro regalo del colegiado, que le perdonó la roja a Rubens Sambueza por una fuerte entrada con los tachones por delante sobre Javier Cortés.

Ahora el cuadro de Coapa tiene que meterle cuatro goles a los universitarios, sin recibir ninguno, o de lo contrario, comenzar a pensar en el Mundial de Clubes.