En la casa de Jonathan Espericueta, ubicada en el corazón de Escobedo, se vive un sueño compartido y el cual desean concluya con un título para México en el Mundial Sub 17.

"Para nosotros también esto es un sueño, es la mera verdad, pero vamos pasito a pasito", expresa Jorge Espericueta, quien tiene 39 años, es de oficio taquero desde hace 24 años y padre del jugador regio que se ha convertido en una de las revelaciones del Tri en este Mundial Sub 17.

La atmósfera que se respira en esta casa es con sabor a futbol. En la recámara del volante de contención de la cantera de Tigres aparece una fotografía de Walter Gaitán y abundan las playeras firmadas por los jugadores y entrenadores del equipo felino.

Aquí es un territorio Tigre.

Ambos padres llevan los colores auriazules tatuados y con orgullo muestran las fotos de su "cachorro", donde aparece en una de ellas cargado por la mascota de los felinos cuando festejó sus dos años de edad.

"De serio no tiene nada, él es muy juguetón y le encantan los huevos con chorizo", agrega Juanita, la madre de Jonathan, quien recuerda el gol que anotó su hijo en el Estadio Morelos ante el Congo para que el Tri clasificara a los Octavos de Final con un marcador de 2-1.

"Nunca había festejado un gol de esa manera, hasta lloré", dice Juanita, quien recuerda que su pequeño se inició en la escuelita de Tigres desde los 4 años.

Las llamadas por teléfono para felicitar a los padres de este chico de barrio, quien tiene 16 años y estudia la Preparatoria Abierta, no paran en la casa de Lomas de Escobedo y más allá de sentirse halagados, para Jorge Espericueta es un doble compromiso para guiar por el buen camino a su hijo.

"Aquí somos muy humildes. Yo soy taquero y estoy muy orgulloso por mi trabajo y por eso le digo a mi hijo que tiene que ser noble, humilde y saber que sus abuelos y sus tíos trabajan en los mercaditos rodantes", expresa el padre del contención, quien reconoce que se le ha disparado la venta de sus tacos mañaneros en el Parque Industrial Escobedo.

El regio felino se encuentra concentrado con el Tri y mantiene comunicación con sus padres.
Las recomendaciones para el jugador de perfil zurdo son las mismas y el sueño compartido se aferrarse a un final feliz.

"Viene lo difícil, le digo que se suelte, que esto no es nada y faltan seis partidos para llegar a la Final", comenta el padre de Jonathan, quien espera que se le cumpla el sueño de ver a su hijo campeón del mundo.